De la ira Lucio Anneo Séneca

DE LA IRA

Gina Andrea Parra Grimaldos

Grado:10 – 1

Profesor: Oscar 

ANALISIS DE LA PROBLEMÁTICA DEL TEXTO “DE LA IRA” SÉNECA

Según Séneca, la ira es una característica general humana, que se presenta en cualquier situación, desde las más sencillas hasta las más complicadas.

La ira es una locura breve, por que ha retrocedido muchas veces ante la piedad, por que su fuerza no es estable, una pasión, un bajo instinto. Como pasión, la ira es el resultado de un vicio y desequilibrio humano, es irracional, siendo enemiga de la razón.

La ira es el deseo y no la facultad de castigar, no tiene distinción alguna, no requiere de género ni de situación económica, ni social, pues nadie es tan humilde que no puede esperar vengarse hasta del más encumbrado. “Iras hay que se disipan con gritos; otras tan tenaces como frecuentes; algunas prontas a la violencia y avaras de palabras; éstas prorrumpen en injurias y amargas invectivas; aquéllas no pasan de la queja y aversión; otras son graves y reconcentradas, existiendo mil formas distintas de este móvil vicio.”

Para Séneca, la ira no esta conforme con la naturaleza del hombre, si esta es ávida de venganza. Para algunos, es bueno moderar la ira, pero no extinguirla por completo. La raíz del bien y el mal son la razón y la ira, siendo que la razón quiere decidir lo que es justo, la ira quiere que se tome por justo lo que ella decida. Por medio de la razón el hombre puede controlar la ira.

Si la pasión y la razón no son más que modificaciones del alma en bien o en mal. Para los atenienses, acabar con la vida de los débiles no era un crimen, sino buen uso de la razón.

Opino que la razón puede causar mas daño porque puede premeditar las cosas sin dejarse llevar por la ira, si se conoce la raíz de esta, lo mejor es rechazar sus impulsos y suprimirla de su raíz e intentar no caer en su dominio.

Si el hombre se dejar llevar por las bajas pasiones vivirá en la tiranía porque someterá a otros y será esclavo de sus pasiones, pero la razón sin ellas no es nada.

Relación de los problemas Lucio Seneca

Séneca fue un filosofo, político, orador y escritor Romano (4 a. C. – 65) De tendencias moralistas, Séneca pasó a la historia como el máximo representante del estoicismo romano, en una etapa tan turbulenta, amoral y antiética como lo fue la plena decadencia de la etapa imperial en que vivió, estoicismo y moralismo que, al final, lo llevaron a acabar con su propia vida.

El estoicismo es un movimiento  filosófico de la antigua Grecia, que predicaba el control de las emociones, los impulsos y los instintos. Se trataba de vivir la vida controlando las emociones viviendo de una forma neutra.

Séneca trata en sus obras como es la Consolación A Helvia donde plasma con cierta amargura la ausencia de su madre durante su vida en Roma. Esta obra fue escrita en su exilio y es el diálogo más delicioso y lleno de detalles personales.

Otra obra como De La Clemencia Al Emperador Neron donde se plantea porqué Dios o los dioses permiten que cosas malas sucedan a personas que no han obrado de forma tal que las merezcan, Séneca afirma que si una persona no pudiera sobrellevar determinada desgracia, a esa persona no le sucederían estas cosas. Pero si el objetivo divino es que esa persona sea más fuerte y con valores mejor moldeados, entonces debe fortalecerse venciendo las desavenencias.

Y en texto que estamos trabajando De la ira habla de una de esas emociones que se tienen que controlar con la razón, donde él dice que no va conforme con la naturaleza del hombre, siendo esta la raíz del mal y la razón la raíz del bien.

Los planteamientos de este filósofo tratan sobre el control de las emociones y actuaciones en los seres humanos dando una respuesta a las dudas que surgen desde las experiencias en el hombre  a través de su vida.

LA IRA SEGÚN OTROS FILOSOFOS

Según los Estoicos, la ira es una pasión, que no sigue el orden de la razón y bajo esta característica decían que la ira como todas las demás pasiones eran malas. San Jerónimo decía que la ira nos hacia enfadar con nuestro prójimo buscando su mal. Y San Gregorio Niseno, afirmaba que cuando la ira perturba la tranquilidad de la mente, en cierto modo la corta y la desgarra. Él afirmaba que existían 3 tipos de irascibilidad:

La ira, amarga como la hiel: es la que posee el principio y el movimiento, la atribuyen a las personas con carácter intenso.

La manía: es la ira que dura y llega hasta la vejez, la atribuye a los amargos o amargados.

El furor: es la ira que busca el tiempo de verse satisfecha, la atribuye a los difíciles (ira descontrolada).

Estos son pensamientos de diferentes filósofos que han concordado con el  pensamiento de Lucio Séneca.

Pero para los Peripatéticos (seguían las enseñanzas de Aristóteles)  y San Agustín, la ira y las demás pasiones del alma son movimientos del apetito sensitivo, sean o no, moderados por la razón, así consideraban que la ira no siempre es mala.

A pesar de las diferencias la ira es una pasión que es inherente a los seres humanos, porque hay personas que viven todo el tiempo con un tipo de irascibilidad hacia la  humanidad, por el contrario hay otras que no manifiestan dichas características de la ira, anulándola con la razón.

Para una gran parte de la humanidad la manifestación de la ira es relativa.

RELACIÓN DE LA IRA CON PROBLEMA DE LA FILOSOFIA

Unos de los varios problemas de la filosofía es el problema antropológico es aquello que trata sobre el hombre, el primer filosofo en referirse a este fue Sócrates con su famosa sentencia "conócete a ti mismo", pero en realidad quien le da profundidad fue el filosofo Kant quien le dará a la reflexión sobre el hombre toda su importancia al afirmar que las preguntas fundamentales de la fi­losofía sobre Dios, la ética y el co­nocimiento, se resumen en la pre­gunta: ¿qué es el hombre?

Así, la pregunta por el hombre siempre se ha dirigido a destacar aquella dimensión que define su esencia. Se puede señalar que a lo largo de la historia de la filosofía han sobresalido, entre otras, la concepción racionalista, nietzs­cheana, marxista, psicoanalítica y existencialista.

Cada una de ellas enfatiza un va­lor fundamental: razón, voluntad, trabajo, inconsciente, y existencia.

La ira se relaciona con este problema ya que antropológicamente es propio del hombre, diciendo que esta pasión no hace parte a la naturaleza humana pues eminentemente es un ser espiritual capaz de razonar.

Precisamente la filosofía del hombre estudia las operaciones específicamente humanas, el conocimiento intelectual,  la voluntad libre, el comportamiento y la razón.

Y el interrogante fundamental de la antropología aborda la estructura básica y esencial del hombre que lo constituye en cuanto tal y lo diferencia de las demás cosas. Como es en el caso de la ira, solo se presenta en los humanos porque en los animales es instinto.

“PIENSO, LUEGO EXISTO”  Descartes